El oro tiene un valor emocional, cultural y financiero incalculable. La historia del oro está relacionada desde hace mucho tiempo con el dinero, sin embargo, este metal renunció a este papel en las economías desarrolladas tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Al final de la guerra, se creó un régimen de tipos de cambio fijos en la Conferencia de Bretton Woods. Este sistema se rompió en 1971 cuando Estados Unidos puso fin unilateralmente a su patrón oro, que fijaba la convertibilidad del oro y el dólar en 35 dólares por onza.
Influenciados en gran parte por el cine, un gran número de personas con cascos trabajando bajo tierra es lo que suele venir a la mente cuando se piensa en la minería del oro. Sin embargo, la extracción del mineral es sólo una de las etapas de un proceso largo y complejo. Mucho antes de que se pueda extraer el oro, es necesario llevar a cabo una importante labor de exploración y desarrollo, tanto para determinar el tamaño del yacimiento, como para saber cómo extraer y procesar el mineral de forma eficaz, segura y responsable. Por término medio, transcurren entre 10 y 20 años antes de que una mina esté lista para producir material que pueda ser refinado.
En la actualidad, entre el 60 % y el 70 % de la producción mundial de oro procede de minas de la superficie, mientras que el resto procede de minas de oro subterráneas.
Estados Unidos, el país con las mayores reservas
Estados Unidos tiene la mayor reserva de oro del mundo: en concreto, 8133 toneladas. Esta cifra es más del doble de las reservas de oro de Alemania y más del triple de las reservas de oro de Italia y Francia. Por su parte, China ocupa el sexto lugar, sin embargo, actualmente en el país asiático se extrae más oro que en cualquier otro lugar del mundo.