El pistacho es uno de los frutos secos más famosos y cotidianos de nuestro día a día. Se puede usar en ensaladas, platos calientes, postres o como simple aperitivo. Pero si hay algo que caracteriza al pistacho es su precio.
Si alguna vez has decidido comprarlo es posible que te hayas preguntado el por qué de su precio tan elevado, y es que los pistachos son mucho más caros que otros frutos secos como las nueces o los cacahuetes. La realidad es que no solo existe un motivo, sino varios.
¿Por qué los pistachos son tan caros?
Sólo crecen en lugares muy específicos.
Los pistachos son muy resistentes y pueden sobrevivir en suelos pobres y condiciones meteorológicas adversas, siempre y cuando existan dos requisitos primordiales: inviernos fríos para romper la latencia de los brotes y veranos largos y calientes con baja humedad para una maduración adecuada. Esto limita las áreas del mundo donde se pueden cultivar. Existen seis zonas en el mundo donde los pistachos crecen de forma adecuada: Irán, Turquía, Siria, Chile, Grecia y la costa este de los Estados Unidos.
El pistachero tarda mucho en madurar.
Un pistachero tarda de seis a siete años en producir el fruto óptimo, y de quince o veinte años en llegar a la producción máxima.

Los árboles no producen muchos frutos.
Una vez que se ha encontrado el sitio de siembra perfecto y esperado dos décadas para la maduración, en un buen año, cada árbol de pistacho sólo produce alrededor de 22 kilos de fruto.
Y es solo cada dos años.
Los pistacheros operan bienalmente, lo que significa que un año en el que un árbol produce una gran cantidad de frutos secos será seguido por un año de menor producción, y viceversa. Los árboles sólo alcanzan su máximo potencial cada dos años.
La clasificación requiere trabajo humano.
La gran mayoría de los pistachos tienen que ser clasificados a mano, dado que muchos se echan a perder a causa del moho y el trabajo es demasiado complejo para el uso de maquinarias.
En pocas palabras, tanto el cultivo y como recolección de los pistachos requieren mucho tiempo y mano de obra. Así que aunque no podemos ofrecer una idea más rentable para la compra de este maravilloso fruto seco, podemos asegurar que el trabajo que se realiza para llegar a tu supermercado hace valer la pena su precio.