El té es una de las bebidas más consumidas en el mundo y se presenta en diversas formas, como té verde, té oolong, té blanco o té negro. También se considera importante para la salud humana por su alto contenido en flavonoides, que previenen y mejoran, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares.
El té es la bebida tradicional de China, de ahí, que el país sea también el mayor productor de esta bebida. En la actualidad, China produce té en 20 regiones y municipios diferentes, entre los que destacan Guizhou, Sichuan, Yunnan, Hubei, Anhui, Henan, Fujian, Zheijiang, Hunan, Shaanxi y Chongqing. El té verde es, de entre todos los tés que no se someten a un proceso de fermentación, la variedad más consumida por los chinos.
Según los últimos datos recodigos por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), China produjo 2,9 millones de toneladas de té durante 2020. Sólo China produce alrededor del 40 % de todo el té que se consume en el mundo.