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Los 7 asesinos en serie más famosos de la historia

En sentido estricto, un asesino en serie es alguien que asesina al menos a dos personas en hechos separados que ocurren en momentos distintos. Aunque el «asesinato en serie» no está formalizado por ningún código legal, los crímenes de los asesinos en serie han sido a menudo objeto de atención por parte de los medios de comunicación y la conciencia pública, especialmente en los casos en los que hay muchas víctimas o los asesinatos se llevan a cabo de forma espantosa.

Los asesinos en serie más famosos de la historia

7º Jack el Destripador

Le llamamos «Jack el Destripador», pero en realidad no sabemos quién fue la persona que estuvo detrás de una de las más antiguas y notorias historias de asesinatos en serie de Reino Unido. El asesino apareció en el barrio londinense de Whitechapel en 1888 y asesinó a cinco mujeres —todas ellas prostitutas— y mutiló sus cadáveres. La policía conjeturó que el asesino era cirujano, carnicero o alguien hábil con el bisturí. El asesino se burló de la comunidad y de la policía enviando cartas en las que describía sus actos. Aunque a lo largo de los años se han nombrado muchos sospechosos, nunca se ha identificado al asesino.

Fotografía de Jeffrey Dahmer.

6º Jeffrey Dahmer

Jeffrey Dahmer empezó a matar en 1978, con sólo 18 años, y no fue detenido por asesinato hasta 1991, después de que una posible víctima escapara y condujera a la policía a la casa de Dahmer en Milwaukee, Wisconsin. Fue allí donde se vieron algunos de los horripilantes detalles de su vida de asesinatos a través de fotos de cuerpos mutilados y partes de cadáveres esparcidos por el apartamento. Incluso tenía una cuba de ácido que utilizaba para deshacerse de las víctimas. En total, Dahmer mató a 17 personas, la mayoría jóvenes de color. Cumplió condena dos veces —la primera por abusos deshonestos y la segunda por asesinato— y fue asesinado por un compañero de prisión en 1994.

Harold Shipman.

5º Harold Shipman

Se cree que Harold Shipman, también conocido como «Dr. Death» («Dr. Muerte» en español), mató al menos a 218 pacientes, aunque es muy probable que el total se acerque más a 250. Este médico ejercía en Londres y entre 1972 y 1998 trabajó en dos consultas distintas. No se le descubrió hasta que varias personas dieron la voz de alarma, entre ellas un sepulturero que se sorprendió por el gran número de certificados de incineración en los que Shipman participaba, junto con el hecho de que la mayoría de los casos eran mujeres mayores que habían muerto en la cama durante el día y no durante la noche como solía suceder habitualmente. La policía manejó mal la investigación, y Shipman siguió matando hasta que se volvió codicioso e intentó urdir un testamento para una víctima en el que le nombraba beneficiario, lo que hizo sospechar a la hija de la víctima. Finalmente fue condenado en 2000 y se suicidó en prisión en 2004.

4º John Wayne Gacy

John Wayne Gacy, un obrero de la construcción conocido por sus vecinos de los suburbios por su carácter extrovertido, participaba en política e incluso actuaba como payaso en fiestas de cumpleaños. La policía empezó a sospechar de Gacy cuando en 1978 desapareció un chico de 15 años que había sido visto con él por última vez. No era la única vez que las familias de chicos desaparecidos señalaban a Gacy, pero fue la primera vez que las autoridades les tomaron en serio. Poco después, una orden de registro permitió a la policía acceder a la casa de Gacy, donde se olieron cerca de 30 cadáveres enterrados en un semisótano de metro y medio bajo su vivienda. Fue condenado por 33 cargos de asesinato, a los que se sumaron los de violación y tortura. Fue ejecutado mediante inyección letal en 1994.

3º H.H. Holmes

El farmacéutico H.H. Holmes convirtió un hotel de Chicago en un castillo de torturas. Antes de la feria mundial de 1893, Holmes se trasladó a Chicago y empezó a equipar un hotel de tres plantas con todo tipo de artilugios, como tuberías de gas, pasadizos secretos y trampillas, pasillos sin salida, toboganes hasta el sótano, acolchados insonorizados y dispositivos de tortura esparcidos por un laberinto. El gas permitía a Holmes dejar inconscientes a sus huéspedes antes de que ocurriera lo peor, a menudo en sus mesas quirúrgicas. Después quemaba los cadáveres en el horno del edificio, vendía esqueletos a facultades de medicina y realizaba estafas con seguros de vida. En total, se declaró culpable de más de 30 asesinatos —descubiertos sólo después de que otro estafador lo delatara por no haber cumplido un acuerdo financiero— antes de ser ahorcado en 1896.

2º Pedro Lopez

Nacido en Colombia, uno de los asesinos en serie más prolíficos del mundo podría seguir suelto. Pedro López está relacionado con más de 300 asesinatos en Colombia, Ecuador y Perú. Al menos un tercio de esos asesinatos fueron mujeres de tribus. Tras la detención de López en 1980, la policía encontró las tumbas de más de 50 de sus víctimas preadolescentes. Posteriormente fue condenado por el asesinato de 110 niñas en Ecuador y confesó 240 asesinatos más en Colombia y Perú. El «Monstruo de los Andes» ni siquiera pasó 20 años en la cárcel, ya que fue puesto en libertad en 1998 por buena conducta. Más de 20 años después, sigue en paradero desconocido.

Fotografía de Ted Bundy.

1º Ted Bundy

A Ted Bundy le encantaba la atención que sus asesinatos le proporcionaban, y muchos en Estados Unidos estaban más que encantados de dársela. El oeste de Estados Unidos era su coto de caza, con un número desconocido de asesinatos acumulados -en su mayoría mujeres universitarias- desde Washington y Oregón hasta Utah y Colorado. Bundy fue detenido una vez en Colorado y condenado por secuestro, pero escapó de la custodia y se trasladó a Florida, donde mató varias veces más. La última detención de Bundy y sus secuelas captaron la atención de la nación, ya que el acusado de asesinato actuó como su propio abogado durante el que se cree que fue el primer juicio por asesinato televisado, concedió entrevistas y se jactó de los fans que había creado. Finalmente fue ejecutado en la silla eléctrica en 1989.

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