La tasa de dependencia energética muestra hasta qué punto una economía depende de las importaciones para satisfacer sus necesidades energéticas. Se mide por la proporción de las importaciones netas (importaciones – exportaciones) en el consumo interior bruto de energía (es decir, la suma de la energía producida y las importaciones netas).
En el conjunto de la Unión Europea durante el año 2020, la tasa de dependencia fue igual al 57,5 %, lo que significa que más de la mitad de las necesidades energéticas de la UE se cubrieron con importaciones. Sin embargo, este 57,5 % supone una pequeña reducción de la dependencia energética de la UE respecto al año 2019, cuando esta se situaba en el 60,4 %.
Dentro de la propia Unión Europea, las diferencias son sustanciales, oscilando desde el más del 90 % en Malta, Luxemburgo y Chipre al 10,5 % en Estonia o el 28,2 % de Rumanía, estos últimos, los dos países de la UE con menos dependencia energética del exterior.
Han habido presidentes de España que nos han situado energéticamente en un puesto de payasos dicho incluso por Alemania…siendo un país España estratégico para la producción de energía somos pobres a reventar…
Muy cierto